..... ella trató de separarse de él, pero había algo que se lo impedía, mirar la película, nada, mirarlo a él, de vez en cuando, sus miradas se hallaron un par de veces, su temperamento la obligaba a que fuera él quien tenga que mirar a otro lado, pero de eso nada. El ni lo intentaba, solo la miraba con una sonrisa, poco a poco se fue tranquilizando. Una vez más la película terminó, se levantó y salió lo más rápido posible, se dirijió a la salida; pero Oh! sopresa, él la esperaba allí, con esa sonrisa de superioridad que la irritaba.
Se acercaba poco a poco, buscando una manera de evitar ese encuentro. Imposible, no podía, lo que podía hacer es regresar por el camino ya recorrido e ingresar a los baños, esperando que salga. Pero no, ella acobardarse nunca.
Dando unos pasos fuertes y decididos se acercó hacia la salida dispuesta a marcharse, una mano grande, fuerte, la agarró delicadamente del codo, dejándose llevar, ella se sintió inundada por un perfume desconocido y agradable, la mano del desconocido la rodeó, no sabe por que la hace sentir tan segura.
Despertando de este trance, se sacude y trata de huir, nunca, él la arrastra hacia las mesas de la cafetería y la sienta allí. Nadie habla. Ximena se siente ultrajada y con ganas de llorar, nunca la habían obligado a nada y mucho menos de esa manera.
- Discúlpame replicó él, pero era la única manera que se me ocurrió en ese momento. No quise hacerte daño.
- ¡ Pero lo hiciste! - replicó ella con un tono de rabia e inseguridad. , mientras trataba de entender por que no se paraba y salía de allí.
El solo la miraba, de una manera diferente, se sentía examinada y conocida.
- ¿quieres un café? - dijo él
- Gracias, con una voz casi imperceptible.
Dando unos pasos fuertes y decididos se acercó hacia la salida dispuesta a marcharse, una mano grande, fuerte, la agarró delicadamente del codo, dejándose llevar, ella se sintió inundada por un perfume desconocido y agradable, la mano del desconocido la rodeó, no sabe por que la hace sentir tan segura.
Despertando de este trance, se sacude y trata de huir, nunca, él la arrastra hacia las mesas de la cafetería y la sienta allí. Nadie habla. Ximena se siente ultrajada y con ganas de llorar, nunca la habían obligado a nada y mucho menos de esa manera.
- Discúlpame replicó él, pero era la única manera que se me ocurrió en ese momento. No quise hacerte daño.
- ¡ Pero lo hiciste! - replicó ella con un tono de rabia e inseguridad. , mientras trataba de entender por que no se paraba y salía de allí.
El solo la miraba, de una manera diferente, se sentía examinada y conocida.
- ¿quieres un café? - dijo él
- Gracias, con una voz casi imperceptible.
Bebieron varias tazas de café, conversaron por largo tiempo, Ximena se sintió tan transparente ante este hombre, su sentido de mujer le indicaba que había algo prohibido, algo peligroso, había algo que se escondía bien en el fondo. La noche iba envolviéndolos con su hermoso y místico manto, El como todo un caballero, se ofreció a dejarla en su casa. Era ya muy tarde y una ligera llovizna era la compañera de las calles, frías y solitarias.Caminaron en silencio hasta llegar a su departamento.
Con su acento inglés, Philipe, era un hombre que se destacaba entre las multitudes, inteligente, carismático, un toque de misterio lo rodeaba siempre.
¿Su vida?, nadie conocía mucho de su vida, sólo que era un viajero de paso que se enamoró de esta ciudad, en ella había encontrado lo que en sus múltiples viajes desde niño, no halló en otro lugar. Conocía mucho de la vida, era como una persona que ha vivido mucho tiempo en un cuerpo de joven.
¿Su vida?, nadie conocía mucho de su vida, sólo que era un viajero de paso que se enamoró de esta ciudad, en ella había encontrado lo que en sus múltiples viajes desde niño, no halló en otro lugar. Conocía mucho de la vida, era como una persona que ha vivido mucho tiempo en un cuerpo de joven.
Nunca se le conoció una novia, su familia vivia en Inglaterra. Su trabajo, era viajar, iba y venía de un sitio a otro, nunca pasaba mas de tres meses en un país.
La tomó, y la abrazó, agarró su mano, se la besó y se marchó. Ximena subió las escaleras hasta el 6to piso de su edificio, entró a su departamento e intentó dormir, más no pudo conciliar el sueño, ese abrazo, el beso en su mano, la inquietaban de sobremanera. No durmió, todos sus movimientos fueron mecánicos, el levantarse, ducharse, desayunar y salir.
¿Quién diablos era ese hombre?, ¿que la tenía atontada y no la había dejado descansar?, y lo mas precoupante que le habia hecho.... porque se sentía diferente, extraña. Encerrada en sus pensamientos, nota que su maleta brilla, retira los audífonos y se escucha la vida de la calle, pitos, gritos, motores de autos, motos, buses, contesta la llamada de su profesor.
- Ximena-
- Si doctor, buenos días, en que le puedo ayudar?-
- No voy a ir a la clase de las 7, hay un caso nuevo en la morgue y me llamaron para realizar la necropsia.- dijo el Dr.- Si hay alguien que quiera asistir avíseme.
- Yo voy- dijo ella con una voz que no sintió suya. Tecleó end, y dio media vuelta hacia la parada de bus.
No sabia por que habia aceptado sin pensarlo. Antes hubiera regresado a su cama a seguir durmiendo y enviaría a alguien más. pero no.
Llamó a Mauricio para que la acompañara. Juntos tomaron el autobus hasta la morgue de la policía. Su profesor los esperaba en la puerta, pues habían medios de comunicación en la entrada.
-Chicos- dijo el doctor. - me alegra que hayan venido, esto es un caos total. Es la primera víctima de una serie de asesinatos.
- ¿Pero como sabe que es la primera y es una serie de asesinatos?- argumentó el muchacho.
- Es un caso abierto desde hace mucho tiempo, siempre empieza con un deceso como el de nuestra víctima, y vienen ocho muertes más. El asesino mata cada ocho días por ocho semanas. Y desaparece ocho años. Sospechamos que es alguien que viaja mucho, y pertenece algún tipo de secta. Y esa es toda la información que les puedo dar chicos.- Y replicó- ¿Está segura Ximena que quiere entrar?-
-S-sssi, claro.
Salieron de allí directo a clases. Ninguno de los dos habló durante los 30 minutos de viaje que separaba los dos lugares.
Toda la semana se habia sentido como un ente que deambula por la vida, algo en ella había cambiado. En 24 horas su vida había dado un vuelco y se había desmoronado. Recordaba y recordaba el abrazo y ese beso en la mano, como se habia sentido, ese calor, esa sensación de darse, de sentir como uno a uno todos los vellitos de su cuerpo se levantan y piden más.
Llegó su día de cine, pero ella no quiso ir, estaba intranquila, sabia que EL estaría ahí, estaría esperando por ella. Sólo corrió a su casa, y al llegar a las escaleras, vio a Philip en la entrada, con una encantadora sonrisa y un ramo de girasoles en su mano.
-Carajo- carajo-carajo- y se acercó a las gradas.
-Hola Ximena- ¿Cómo estas?, Vine a recogerte para ir al cine.
- Hola- ¿ Sabes que hoy planeaba no ir?, debo hacer muchos deberes y estudiar. (mentira quiero ir pero no quería encontrarme contigo)
-¿Enserio?-expresó con una sonrisa pícara en su angelical cara. - Tenía ya los boletos y el auto esta a la vuelta, además quería llevarte a cenar. - No puedes esperar unas tres o cuatro horas? yo se que sí, al menos como la última vez.
- Está bien, pero al menos déjame ir a cambiarme.- dijo ella ocultando una gran sonrisa. Subió se cambió de ropa y tomó su bolso.
Al salir tomó su celular y escribió un mensaje. Se acercó a al auto y partió para el cine.....
La tomó, y la abrazó, agarró su mano, se la besó y se marchó. Ximena subió las escaleras hasta el 6to piso de su edificio, entró a su departamento e intentó dormir, más no pudo conciliar el sueño, ese abrazo, el beso en su mano, la inquietaban de sobremanera. No durmió, todos sus movimientos fueron mecánicos, el levantarse, ducharse, desayunar y salir.
¿Quién diablos era ese hombre?, ¿que la tenía atontada y no la había dejado descansar?, y lo mas precoupante que le habia hecho.... porque se sentía diferente, extraña. Encerrada en sus pensamientos, nota que su maleta brilla, retira los audífonos y se escucha la vida de la calle, pitos, gritos, motores de autos, motos, buses, contesta la llamada de su profesor.
- Ximena-
- Si doctor, buenos días, en que le puedo ayudar?-
- No voy a ir a la clase de las 7, hay un caso nuevo en la morgue y me llamaron para realizar la necropsia.- dijo el Dr.- Si hay alguien que quiera asistir avíseme.
- Yo voy- dijo ella con una voz que no sintió suya. Tecleó end, y dio media vuelta hacia la parada de bus.
No sabia por que habia aceptado sin pensarlo. Antes hubiera regresado a su cama a seguir durmiendo y enviaría a alguien más. pero no.
Llamó a Mauricio para que la acompañara. Juntos tomaron el autobus hasta la morgue de la policía. Su profesor los esperaba en la puerta, pues habían medios de comunicación en la entrada.
-Chicos- dijo el doctor. - me alegra que hayan venido, esto es un caos total. Es la primera víctima de una serie de asesinatos.
- ¿Pero como sabe que es la primera y es una serie de asesinatos?- argumentó el muchacho.
- Es un caso abierto desde hace mucho tiempo, siempre empieza con un deceso como el de nuestra víctima, y vienen ocho muertes más. El asesino mata cada ocho días por ocho semanas. Y desaparece ocho años. Sospechamos que es alguien que viaja mucho, y pertenece algún tipo de secta. Y esa es toda la información que les puedo dar chicos.- Y replicó- ¿Está segura Ximena que quiere entrar?-
-S-sssi, claro.
Salieron de allí directo a clases. Ninguno de los dos habló durante los 30 minutos de viaje que separaba los dos lugares.
Toda la semana se habia sentido como un ente que deambula por la vida, algo en ella había cambiado. En 24 horas su vida había dado un vuelco y se había desmoronado. Recordaba y recordaba el abrazo y ese beso en la mano, como se habia sentido, ese calor, esa sensación de darse, de sentir como uno a uno todos los vellitos de su cuerpo se levantan y piden más.
Llegó su día de cine, pero ella no quiso ir, estaba intranquila, sabia que EL estaría ahí, estaría esperando por ella. Sólo corrió a su casa, y al llegar a las escaleras, vio a Philip en la entrada, con una encantadora sonrisa y un ramo de girasoles en su mano.
-Carajo- carajo-carajo- y se acercó a las gradas.
-Hola Ximena- ¿Cómo estas?, Vine a recogerte para ir al cine.
- Hola- ¿ Sabes que hoy planeaba no ir?, debo hacer muchos deberes y estudiar. (mentira quiero ir pero no quería encontrarme contigo)
-¿Enserio?-expresó con una sonrisa pícara en su angelical cara. - Tenía ya los boletos y el auto esta a la vuelta, además quería llevarte a cenar. - No puedes esperar unas tres o cuatro horas? yo se que sí, al menos como la última vez.
- Está bien, pero al menos déjame ir a cambiarme.- dijo ella ocultando una gran sonrisa. Subió se cambió de ropa y tomó su bolso.
Al salir tomó su celular y escribió un mensaje. Se acercó a al auto y partió para el cine.....
3 comentarios:
No dejarás esperando otro mes x el siguiente capítulo!!!
Pero estuvo bueno.
Hey, yo crei que no sabriamos como seguía la historia...tengo una idea del desenlace, así que no te demores a ver si ando muy errada con mis sospechas...
De nuevo nos dejas con la pica...saludos
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